Cuando te deshidratas por llorar y sentís que necesitas mucha agua para
componerte porque cuando lloras en seco te duele más. Esas cosas que no se
pueden cambiar como las comidas y los recuerdos que te traen sabores a boca y
bajan al estomago. Todo está impregnado en la memoria. Es por eso que no como
alfajores ni de uno, dos o tres pisos. Todas las marcas me hacen acordar a lo
mismo. El pollo hecho en leche me trae sabor amargo en la boca pero el tiramisú
en cambio me llena de alegría y cuando lo pido en algún restaurant perdido de
capital veo el plato y se me llenan los ojos de felicidad.
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