miércoles, 22 de agosto de 2012

1/4 de helado


Un día de semana tarde casi media noche te llenas de ansiedad y sentís que no vas a poder dormir si no haces algo para aliviar eso que se llama “jueves a las 12”.
Te animas y salís de la cama en pijama. Te emponchas y caminas 5 cuadras hasta llegar a la heladería más cerca de tu casa. Entras y pedís  ¼ en pote, porque el conito caminando se te va a derretir y no vas a querer llegar con el final a tu cama. Pedís los 3 gustos mejores de tu vida  a lo que el  heladero te contesta: ¿Para llevar o ir comiendo? Con orgullo contestas que es para  ir comiendo.
Solo una persona desalmada e insolente se atreve a poner no una, si no dos cucharitas en el pote.
¿Es necesaria tanta crueldad? porque si soy una, porque me pones dos cucharas. No me importa que maten delfines en corea o que torturen gente  por trabajos mal pagos, que los talles de ropa sean todos 1-2 y siempre tenga que usar calzas porque los pantalones me aprietan. Lo que me pone realmente mal es que el  helado al igual que las promociones de personal sean todas pensadas para dos cuando cuando somos muchos los unos.

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