El problema es que te obsesionas pensando que vas a poder
cambiarlo, cuando la verdad es que sos vos la boluda que tiene que cambiar. Deja
de elegir lo complicado, el que no te va bola, el que te llama…bueno en
realidad el que te manda mensajes solo para ponerla. Porque tenes esa manía de asociar las contraseñas con
fechas de aniversario, lo triste de esto es que no la cambias y pasen los meses y seguís
escribiendo ese puto día. Jamás escribas una contraseña en alusión a otra persona
que sabes que te va a dejar, porque el se va a ir y cada vez que metas la
tarjeta en el cajero después de putear por el poco saldo que te queda, lo
puteas a el, a su perro, a sus hermanos ya
la concha que lo pario. Se feliz dentro de todos tus mambos porque en el
fondo te encanta ser así de enroscada.
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