Cuando te despertas ebria te queda esa sensación de pasta en
la boca y ardor en el hígado, pero nada se compara con el vértigo que sentís cuando
agarras el celular y lees los mensajes que quedaron. Pienso que toda esa información
en algún momento se me va a venir en contra, y por mas que borres y borres, en
algún lugar queda el back up de esos mensajes irreproducibles de un miércoles a
la noche.
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